Lo primero que llama la atención al acercarse a la encantadora y auténtica Villa Son Ravell es el venerable algarrobo que domina la entrada principal, proporcionando mucha sombra en verano y un ambiente encantador durante todo el año. Los extensos terrenos cubren una superficie de 14.500 m² y son muy adecuados para dar un agradable paseo o incluso para visitar las ovejas que pastan cerca. También hay gallinas en la finca. Con un poco de suerte, podrá desayunar huevos recién puestos por las gallinas de la finca. Es el lugar perfecto para unas vacaciones realmente relajantes. Gracias a su ubicación bastante aislada, la casa más cercana está a unos 200 metros, Son Ravell ofrece un ambiente absolutamente privado donde podrá disfrutar de la sensación de total independencia del mundo exterior. Los árboles bordean el jardín y contribuyen al hermoso ambiente rural que desprende la propiedad con una sensación de ligereza y comodidad. Cerca, la piscina con sus brillantes azulejos azules, a la que se accede por una escalera, invita a nadar y refrescarse en los cálidos días de verano. La piscina está rodeada por una terraza donde podrá relajarse durante horas en una de las cómodas tumbonas. Un total de cuatro sombrillas complementan la sombra natural de los árboles y garantizan que todo el mundo pueda encontrar un lugar para relajarse y desconectar, ¡así que no olvide traer un buen libro! Y si al final del día no ha tenido suficiente con el aire fresco y el canto de los pájaros, quédese aquí toda la noche y quizás utilice la barbacoa cubierta integrada para preparar una deliciosa cena que podrá disfrutar al aire libre.
El edificio de piedra natural de una sola planta tiene una superficie interior de 90 m² y está decorado y amueblado con cariño en estilo tradicional, como corresponde a una villa mallorquina clásica. Las características típicas de las auténticas villas antiguas incluyen un tejado inclinado con vigas de techo parcialmente expuestas y contraventanas que se pueden cerrar y bloquear desde el interior. Se puede ver que estas características son claramente evidentes aquí, y la casa se caracteriza por el uso de buen gusto de la madera como el elemento de diseño dominante, que, junto con los hermosos suelos de baldosas, contrasta muy bien con las paredes blancas y techos, creando una impresión general equilibrada de calidez y comodidad. La estancia principal de la casa consiste en un amplio espacio diáfano que incluye la zona de estar y el comedor, así como una chimenea para hacer más acogedoras las noches más frescas. Desde esta sala se accede directamente a la cocina, que está totalmente equipada con lavavajillas, vitrocerámica y horno, frigorífico, cafetera italiana, hervidor, tostadora y microondas. Incluso hay espacio para una mesa de comedor adicional donde todo el mundo puede sentarse y disfrutar de un aperitivo o dos. Los dos dormitorios, uno de ellos con cuna, están decorados en un estilo sencillo y muy agradable, con muchos muebles de troncos. Son perfectos para una siesta por la tarde o una noche de sueño bien merecido. El cuarto de baño, con generosos azulejos rojos y una amplia ducha, desprende encanto por sí solo.
Si se trata de una excursión de un día, Manacor es sin duda uno de los destinos más interesantes de la región y está repleto de bellos edificios históricos. Pero los alrededores de Felanitx también tienen mucho que ofrecer: todos los domingos por la mañana hay un mercado semanal en Felanitx, donde podrá abastecerse de todo tipo de ingredientes frescos para hacer una buena barbacoa en la villa. El paisaje aquí es muy variado, desde tierras de cultivo llanas y fértiles a escarpadas gargantas costeras, colinas boscosas e incluso cadenas montañosas, todo tiene su propio encanto y los amantes de la naturaleza encontrarán sin duda mucho que apreciar aquí. A los aficionados a la historia les interesará sin duda visitar el Castell de Santueri, una imponente fortaleza árabe que data en realidad de la época romana y ofrece una fascinante visión de la Edad Media. Se encuentra a sólo 7 kilómetros al sur de Felanitx. Son Ravell es una encantadora villa antigua restaurada con esmero en el sureste de la isla, a sólo 4 km al norte de la pequeña localidad mallorquina de Felanitx. Puede llegar rápidamente a la ciudad para comprar comestibles y otras necesidades diarias o visitar uno de los cafés. El pueblo también es conocido por sus catas de vino. Manacor, el segundo municipio más grande de Mallorca, está a sólo 12,5 km. Las playas Platja de s'Arenal, Cala Murada, Cala Tropicana y Cala Marçal están cada una a unos 16 km.
Se trata de una casa de vacaciones en Fincallorca.
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